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4.08.2016

Las tejedoras de destinos, de Gennifer Albin | Reseña


ALBIN, Gennifer. Las tejedoras de destinos. Alfaguara. 2013. 432 páginas.

En el mundo de Arras todo está cuidadosamente controlado: el transporte, la distribución de los alimentos, la educación, los matrimonios, la concepción de los hijos, incluso la vida y la muerte. Para poder controlar todo, el gobierno se vale de la existencia de las tejedoras, un grupo de mujeres que son capaces de ver los hilos de la vida de Arras, que tejen y destejen en unos telares especiales. Su trabajo es muy importante para mantener la estabilidad de Arras: cualquier alteración en el tejido podría traer consecuencias en el mundo.



Adelice tiene 16 años y toda su vida la han catalogada como rara e inútil por no demostrar aptitudes para ser una tejedora. Lo que el mundo no sabe es que Adelice no sólo tiene las habilidades necesarias para ser una de ellas, sino que no necesita un telar para poder hacerlo. Para evitaque el secreto sea descubierto, sus padres le han enseñado a fallar y ser torpe; lamentablemente eso no evita que cometa un error durante su prueba y que sea llevada a la Corporación, donde aprenderá que su vida como tejedora no será tan glamorosa como todo el mundo parece creer.

Narrada en primera persona, Las tejedoras de destinos es el primer libro de la Saga Crewel (Crewel World), escrita por Gennifer Albin. Es una historia juvenil de fantasía distópica, publicada en español por Alfaguara Juvenil.  En ella tenemos un mundo paralelo al nuestro: una aparente utopía que dista mucho de ser perfecta. En apariencia, la Corporación y las tejedoras son quienes se encargan de que no haya alteraciones en ese mundo llamado Arras: no hay accidentes, no hay enfermedades ni situaciones indeseadas como hambrunas o hasta embarazos no deseados. Pero como suele ocurrir en mundos tan controlaros, la población no está al tanto del precio de tal perfección.

Adelice, la protagonista, atraviesa distintas etapas a lo largo de la historia: pena y tristeza cuando es consciente de que dejará a su familia; miedo por las circunstancias que rodean su reclutamiento; confusión e incertidumbre al descubrir que el mundo perfecto de las tejedoras no es lo que la propaganda hace ver, y finalmente decisión al acercarse al final de esta primera parte, cuando ha descubierto la verdad sobre ella y su mundo. En muchos sentidos no es diferente de las demás protagonistas de historias similares: es joven, tiene un talento especial, alguien la quiere usar para algo y finalmente se revela contra el sistema. ¿Qué es entonces lo que hace a esta historia algo distinto? Quizá la misma idea que plantea: que la trama del tiempo y el espacio se pueda controlar y tejer para determinar qué, cómo, cuándo, dónde y por qué ocurre algo.

¿Mundo perfecto?

Arras, donde se desarrolla esta historia, es un mundo misógino y machista: las mujeres sólo son vistas como decoración, algo que presumir. Las esposas existen, según este mundo, para cumplir los caprichos de su marido y servirlos; sus únicas opciones laborales son como secretarias, educadoras o programadoras, para lo cual son obligadas a vestir coquetamente, a maquillarse y pensar siempre en verse agradables para sus jefes (siempre hombres). Ah, y también las obligan a seguir estándares de pureza hasta los 16 años, por lo que ni siquiera tienen permiso para interactuar con el sexo opuesto hasta esa edad, y eso sólo si no son elegidas como tejedoras. En pocas palabras, un mundo ultra conservador en el que tampoco existen parejas homosexuales por considerarse una aberración que atenta contra los principios familiares. Vamos, no muy distinto a como es nuestro mundo y llevado un tanto al extremo. (O tal vez no).

A pesar de que a lo largo de la historia Adelice se cuestiona muchas cosas sobre su mundo, jamás lo hace sobre la posición que ocupa como mujer, ni parece que le sea extraño cuando alguien hace comentarios sobre lo terrible que sería si las mujeres no se casaran y fueran independientes, porque eso significaría que los hombres no podrían protegerlas.

Evidentemente al ser el primer libro de una saga es más bien introductorio, por lo que la trama gira en torno a Adelice y su autoconocimiento. Hay un desarrollo en el personaje, sí, aunque hay momentos absurdos que, en mi opinión, se salen un poco de contexto, en especial cuando la chica parece estar dispuesta a declararle su amor incondicional a un tipo que tiene poco más de un mes de conocer. Si bien la historia no se centra en las cuestiones románticas, sí hay un interés amoroso. O dos, en realidad.

La novela es entretenida, aunque no resulta difícil atar cabos y predecir algunas de las situaciones que ocurren ya casi para llegar al final. Eso sí, también deja al lector con suficiente curiosidad para saber qué ocurre en la segunda parte.

9 comentarios:

  1. Hola^^
    No lo he leído ni me planteo hacerlo pues es un libro que no me llama especialmente la atención y menos siendo comienzo de trilogía así que lo dejaré pasar.
    ¡Gracias por la reseña!
    un besote

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    1. Ya habrá algún libro que sí te llame la atención ;) gracias por leer la reseña.

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  2. La sinopsis tiene buena pinta pero no sé si comenzar la trilogía, de todos modos buena reseña. Un beso y sigue así 😘

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  3. Hola!

    Tiene buena pinta y el argumento parece prometer mucho pero no me llaman este tipo de historias, siendo sincera.Excelente tu reseña :D

    Besos!

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    1. No es el tipo de literatura para todos, supongo. Viene bien si quieres algo ligero y entretneido ;)

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  4. Hola,
    tengo pendiente este libro desde hace muchísimo en mi estantería. Lo cogía porque tenía una portada preciosa, para que engañarnos.
    Espero poder leerlo pronto porque tiene una historia que me llama mucho la atención.

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  5. La hostoria es interesante aunque como bien dices hay escenas que no pegan pero al leer el segundo libro me gustó como explica más de ese mundo aunque igual comienza su rollo amoroso.

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